CATEQUESIS Nº 17

             HACER LO QUE DIOS MANDA Y COMO DIOS MANDA

PRIMERO QUE NADA:

- Ambientación

- Acogida

- Oración:

Viniste para ofrecernos la salvación, Señor. Y esa salvación pasaba porque nos enseñaras la verdad sobre muchas cosas. Una de esas cosas era comprender bien el verdadero significado de la ley y de su cumplimiento.

A veces parece que desprecias la ley; pero no es así. En realidad, cuando parece que la desprecias le estás dando el verdadero significado y la estás poniendo en su sitio.

También entre nosotros la ley es importante y muchos creemos a veces que ser bueno es cumplir simplemente la ley. Pero tú nos dices que de poco vale cumplir perfectamente todo si nuestra vida no va acompañadas de las buenas obras, de la justicia y de la solidaridad con el hermano.

Hoy vamos a reflexionar sobre todo esto. Que en tí encontremos el mejor modelo de cumplimiento. Amén.

 

¿ Y COMO ESTUVO LA SEMANA?

- Compartimos lo que nos aconteció en la semana

- Revisamos el compromiso. Oración de acción de gracias o de petición de perdón por el cumplimiento.

 

PRESENTACION DEL TEMA

Recordemos las ideas principales del tema de la semana pasada...

Vimos cómo Jesús, desde el comienzo de su vida pública, tuvo problemas con los dirigentes religiosos de Israel porque lo que él enseñaba y hacía era contrario a lo que hacían y enseñaban ellos.

Vimos también que Jesús no se buscaba problemas por sobresalir ni por afan de figureo; lo hacía por ser fiel a la voluntad del Padre, a su misión.

Y veíamos también que nosotros, a menudo, evitamos de nuestra vida cristiana aquellas ocasiones que nos resultan comprometedoras o que pensamos que nos pueden traer problemas con alguien.

Hoy vamos a seguir viendo el comportamiento de Jesús; y lo vamos a hacer examinando un aspecto muy importante de la vida de los judíos en aquellos tiempos: la ley.

 

IDEAS PRINCIPALES:

- Digamos, primero que nada que para los judíos la ley era muy importante; cumpliéndola a rajatabla creían agradar a Dios y ser santos.

- Y tenían una ley muy complicada, con muchas normas y preceptos, con muchas exigencias y prohibiciones. Se consideraban buenos los que cumplían las leyes y eran malos los que no las cumplían. Así de simple.


- Esta ley era la que dio Dios al pueblo por medio de Moisés en el monte Sinaí. Conocemos esta ley como los diez mandamientos. Con el tiempo los dirigentes religiosos fueron añadiéndole más y más órdenes y prohibiciones hasta convertirla en una carga muy pesada que muy pocos podían cumplir en su totalidad.

- La ley acabó siendo una dificultad para que el pueblo viviera su relación con Dios y en armonía y paz entre ellos.

- Por cumplir la ley, los sábados dejaban de ayudarse y de practicar la solidaridad si el hermano estaba necesitado ya que estaba prohibido hacer ningún trabajo o actividad manual en ese día.

- Por cumplir la ley, que permitía entregar al templo el dinero con que un hijo debía ayudar a sus padres en la ancianidad, se violaba el cuarto mandamiento en el que Dios ordena honrar al padre y a la madre.

- En fin, la ley se había convertido en un problema que Jesús tenía que poner en su sitio. Veamos pues cómo Jesús enfrentó este problema.

- Ya, desde el comienzo de su predicación advirtió a la gente que escuchó su sermón de la Montaña que él había venido para darle a la ley perfecto cumplimiento. Veamos el texto: Mateo 5,17-48.

NOTA: leer este texto, que es muy largo, con detenimiento observando cómo Jesús enseña una nueva forma de entender y aplicar la ley de siempre a casos como el no matarás, el adulterio, jurar en vano, la venganza.

- Estas enseñanzas las podemos resumir diciendo que Jesús lo que quería era, sobre todo, que se cumpliera el espíritu de la ley y que nadie se contentara con la letra. Cumplir al pie de la letra la ley olvidándose o dejando de lado el espíritu de la ley no es cumplir la ley como a Dios le agrada. Eso es cumplimiento; y ya sabemos de donde viene esta palabra, de cumplo y miento.

- Vamos a ver si hemos comprendido bien esto último: ¿cuál es la diferencia entre la letra de la ley y el espíritu de la ley?...

- Y ¿qué ustedes piensan, a nosotros nos pasa algo parecido a lo que acontecía en los tiempos de Jesús?. ¿Se da entre nosotros también eso de ser cristianos de acuerdo a la letra de nuestra religión y no de acuerdo al espíritu del Evangelio?...

- Llegados a este punto sería bueno que nos revisáramos con sinceridad. Qué cosas hacemos porque están mandadas sin atender demasiado su importancia y su sentido?...

- Como explica Jesús cuando se refiere al adulterio o al crimen o a la venganza, hay muchas cosas que no están escritas en la ley, es decir que no son letra, pero que están supuestas en el espíritu de esa ley; esas cosas que no están escritas son tan importantes o más que las otras. Por lo general son las que más agradan a Dios y, por lo general también, son las que menos tenemos en cuenta nosotros.

- Esto lo podemos entender con un ejemplo concreto: el tercer mandamiento de la ley de Dios nos manda santificar el día del Señor; la Iglesia, por su parte, para ayudarnos a cumplir ese mandamiento refuerza este mandamientos con otro en el que se nos pide participar en la misa todos los domingos y fiestas de precepto. Alguien, apegado estrictamente a la letra de estas dos leyes podría creer que con ir a misa el domingo ya ha santificado todo el día y ha agradado suficientemente a Dios y ya tiene licencias hasta para hacer cualquier vagabundería de las que se hacen en los días de fiesta: bebedera, jugar dinero, gallos, etc, etc.


- ¿Cómo vemos este caso? ¿Se da entre nosotros esto?...

- Pongamos otros ejemplos de nuestra vida real en los que veamos que se da una contradicción entre la letra del cumplimiento cristiano y lo que Jesús quiere que vivamos como hijos del Padre del cielo....

QUE NO SE NOS OLVIDE:

- Jesús nos enseña que cumplir la ley es importante y que la única manera de cumplir perfectamente la ley es cuando, además de ajustarnos a su letra, tratamos de vivir de acuerdo al espíritu de cada norma, costumbre o ley religiosa.

- La ley religiosa está puesta para ayudarnos a vivir más fielmente nuestra vida de acuerdo a la voluntad del Padre, nunca para ponernos más dificultades.

NOS COMPROMETEMOS

Me voy a proponer vivir el domingo de acuerdo al espíritu de esa norma y no sólo de acuerdo a la letra de la ley. Para ello me voy a proponer hacer.... (Se deja un momento de silencio para que cada quien se proponga algo más que la participación de la eucaristía)

HASTA LA PROXIMA

- Evaluamos.

- Damos los avisos comunitarios y parroquiales.

- Cantamos y oramos.